Maximiliano: amante de México

Por Driveth Razo

 

Después de la dictadura de Santa Anna y las batallas de la Guerra de Reforma, México se encontraba en bancarrota, por lo cual al entrar Juárez al poder suspendió el pago de las deudas públicas. El total de la deuda contraída con Gran Bretaña, España y Francia ascendía a 82.625.416 pesos -69.994.542 de Gran Bretaña, 9.830.112 pesos de España y 2.800.762 de Francia-. Debido a esto en 1861 Francia, Reino Unido y España enviaron tropas a México con el pretexto de conseguir el pago de su deuda, pero en realidad querían aniquilar al gobierno de Juárez. Juárez no pudo hacer mucho debido a que Estados Unidos se encontraba en guerra civil y no lo podía apoyar. Las tropas desembarcaron en Veracruz, en un último intento Juárez trató de negociar con los Tratados de La Soledad que tenía las siguientes claúsulas: reconocer el gobierno de Juárez; respeto de la integridad, independencia y soberanía nacional; las tropas extranjeras no podrían salir de Orizaba; y en caso de declararse rotas las relaciones, las tropas aliadas volverían a los puntos que inicialmente ocupaban en la costa de Veracruz.

Cuando las demás potencias se retiran, los únicos que quedan son los franceses, debido a que Napoleón III se negó a firmar dicho Tratado y hace avanzar sus tropas a la capital con la misión de implantar una monarquía con el fin de “detener la expansión imperial de los Estados Unidos” apoyándose en la petición de los conservadores. Cuando los franceses llegan a Guadalupe, Puebla, la madrugada del 5 de mayo, las condiciones del terreno y ubicación estratégica de los fuertes de Guadalupe y Loreto, dificultaron su avance por lo cual el ejército de Juárez obtuvo la victoria. Debido a esto, Napoleón III ordenó que se aumentara el número de las tropas francesas que llegaron al puerto de Veracruz a finales de 1864. Tras la ocupación de la plaza Puebla, la capital de la República fue declarada en sitio, por lo cual Benito Juárez trasladó su gobierno a San Luis Potosí.

Cuando el ejército francés entra a la Ciudad de México se crea una Junta de Notables, la cual escogió como forma de gobierno una monárquica moderada, hereditaria y con un emperador católico -donde la corona se le ofrecería al príncipe Fernando Maximiliano, Archiduque de Austria; y si éste no la aceptaba, el Emperador de los franceses podría señalar a otro príncipe que también fuese católico-.

En el momento en que Maximiliano le da el sí a Napoleón III se crea el Tratado de Miramar, donde se acuerda que Maximiliano le pagará 270 millones de francos por gastos de guerra, además de 1000 francos anuales por cada soldado francés en territorio mexicano y la indemnización de los súbditos franceses afectados por la guerra de intervención. Después de esto, Maximiliano y Carlota llegan a Veracruz el 28 de mayo de 1864, casi un año después de la entrada de las tropas francesas a la capital. El recibimiento fue bueno pero solamente por parte de los conservadores por lo cual la Emperatriz Carlota estuvo llorando.

Los conservadores mexicanos los recibieron en la capital mexicana con la esperanza de que por fin se lograra tener paz y estabilidad en México. Para los conservadores, la llegada de Maximiliano y Carlota anunciaba “El tránsito de una de las primeras naciones de América de la anarquía al orden, el principio de una era que abre nuevas vías a la inteligencia, a la emigración, al comercio”.

Tanto Maximiliano como Carlota buscaban ser aceptados por el pueblo, por lo cual el 4 de enero de 1865, ambos pasearon por las calles de México a caballo, con el traje de los rancheros ricos, provocando las risas de los liberales y la vergüenza de los monárquicos. Maximiliano se empezó a crear enemigos conservadores debido a algunas medidas liberales al estilo Juárez y por las tropas francesas que mantenía en México y las cuales representaban un gasto muy costoso para Hacienda. Además de esto, por un lado Prusia derrotó a Austria en Europa y estaba amenazando a Francia; y por otro, Estados Unidos había finalizado su guerra civil por lo cual ya se encontraba listo para apoyar a Benito Juárez.

A pesar de todos los enfrentamientos, Maximiliano se dio cuenta de que tan dividido estaba México y por lo tanto, comenzó a construir museos tratando así de conservar y exaltar la cultura mexicana. Mientras tanto, la emperatriz Carlota comenzó a organizar fiestas para la beneficencia mexicana a fin de obtener fondos para los más pobres y a viajar por varias regiones mexicanas.

También Maximiliano viajó por toda la república presentándose ante sus súbditos como soberano, en busca de darle legitimidad el nuevo régimen e incluso el último viaje que realizó a Querétaro, buscaba un acuerdo con Benito Juárez al proponerle la formación de un Congreso Nacional, el cual debería deliberar sobre el futuro sistema de gobierno de México; aunque las expectativas de este acuerdo nunca se lograron.

El Imperio Mexicano adoptó el lema: Equidad en la Justicia. Durante su gobierno, Maximiliano I de México trató de desarrollar económica y socialmente los territorios mexicanos bajo su custodia. Sus primeras acciones fueron: reorganizar la Academia de San Carlos, fundar los Museos de Historia Natural y de Arqueología, y la Academia Imperial de Ciencias y Literatura. Manifestó su apoyo a la ley de La Reforma o desamortización eclesiástica, emitida por el Presidente Benito Juárez en el año 1857.

El Emperador Maximiliano I actuaba, no sólo como Rey, sino también como Presidente de Gobierno del II Imperio Mexicano. La Emperatriz Carlota también intervenía en política. Cuando Maximiliano se ausentaba de la capital era ella quien actuaba como regente, presidiendo el Consejo de Ministros y tomando toda clase de disposiciones, desde medidas sanitarias, educativas, agrarias y mineras hasta la construcción de carreteras.

A pesar de que pueda sonar malinchista -ya que estos emperadores no eran mexicanos-, yo sí creía en Maximiliano y en Carlota. A pesar de que los historiadores digan que ellos sólo se acercaban a los indígenas para conseguir su aprobación ya que tenían un alto sueldo, yo creo que la razón detrás fue aunada a otros motivos que tal vez no lleguemos a comprender del todo.

Actualmente tenemos un gobierno que a pesar de tener un sueldo, no trata de ver por lo mejor del país sino al contrario, sólo está enfocado en lo que podría llegar a beneficiar su bolsillo. Juárez se excusa bajo la democracia pero ni siquiera él llegó a ser democrático, ya que lo que buscaba era tener el poder de México ya que si en verdad le hubiera interesado México, hubiera accedido a tener esa junta que buscó Maximiliano para poder ayudar al país, además de que no habría puesto excusas para no dejar el poder en otras manos.

Maximiliano a pesar de ser un monarca donde él era el único poseedor de poder, le otorga ciertos derechos a los ciudadanos mexicanos. Además de que no se olvidó nunca de los indígenas, cosa que Juárez hizo a pesar de sus orígenes. Buscó un México más ilustrado por lo cual creó el Periódico Oficial, también reguló  la  policía general del Imperio, la ley electoral de los ayuntamientos, la ley de garantías individuales y el decreto de libertad de trabajo.

Adoptó nuevas medidas para favorecer a los indígenas que trabajaban como peones al declararlos “libres” y al proponer la extinción de las deudas contraídas con sus amos, así como al declarar que quedaban abolidas en las haciendas los castigos de prisión, cepo, latigazos y en general todos las sanciones corporales.  Mientras que Juárez siguió permitiendo la venta de indígenas de Yucatán a Cuba.

Otro de los aspectos que pretendía cuidar Maximiliano I era la conservación de los caminos: “Es condición indispensable del bien material del país, el buen estado de los caminos. Sin fáciles comunicaciones no puede haber comercio ni florecer la agricultura. Esto debe tenerse presente para procurar, con todo esmero, mantener en buen estado las vías de comunicación”. La mejora en las comunicaciones, a pesar de la inestabilidad política, propició un significativo aumento en producción textil que beneficiaba a todos los Mexicanos. Además con fondos del Ministerio de Fomento se creó el primer banco privado de México en agosto de 1864.

Maximiliano creía en México, por eso a pesar de los acontecimientos adversos que se estaban produciendo en esos momentos, decidió enfrentarse a las consecuencias, desoyendo los consejos que le sugerían abdicar y regresar a Austria. Incluso, el general Bazaine, jefe de las fuerzas expedicionarias francesas le ofreció regresar a Europa, bajo la protección del ejército francés, ofrecimiento que Maximiliano no aceptó, y prefirió quedarse en México.

Definitivamente yo apoyaría un  gobierno como el de Maximiliano, un gobierno que creyera en los mexicanos, un gobierno que creyera en su gente y que buscara el progreso para su pueblo sin importar lo que su partido político -o en este caso, los conservadores- pudieran decir, ya que un buen funcionario público le debe lealtad a México y no a un partido.


Bibliografía: http://www.revistalarazonhistorica.com/28-6/


Imagen: https://aguapasada.wordpress.com/2011/12/20/1864-maximiliano-y-carlota-en-el-zocalo-de-veracruz/

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